Hace unas semanas terminé de leer otro libro de Harold Bloom. La verdad que es un autor que me gusta mucho, sin negar que en ocasiones no estoy en acuerdo con él. Este autor es conocido por su manejo de la obra de Shakespeare y, desde allí, intenta ir a otros temas.
El libro al que me refiero y, que recomiendo, es ¿Dónde se encuentra la sabiduría?. El autor tras una fuerte crisis de salud se atreve a buscar más a fondo en el sentido de la vida, lo que vale la pena y, asumiendo que ello pasa por el gusto y el saber apreciar lo que han hecho los seres humanos a lo largo de la historia.
Intenta unir la sabiduría bíblica con la sabiduría "secular", intentando poner dos columnas en el aprecio por lo clásico. No olvidemos que este es uno de los temas reiterativos de Harold Bloom. El autor es enfático al denunciar que en la sociedad actual "las obras con fecha de caducidad no perduran. La mente humana retorna a su necesidad de belleza, verdad, discernimiento". Con esto, él desea resaltar la profundidad a la que ha llegado o a la que puede llegar cualquiera de nosotros.
De manera original, como buen pragmático, nos enseña que la literatura sapiencial "nos enseña a aceptar los límites naturales" frente a cualquier visión de la sabiduria como camino para dejar este mundo. Para él, Job, el Eclesiastés, Platón o Don Quijote hablan a nuestra vida el día de hoy. Estos libros y personas nos ayudan a escapar de la vanalidad. De este modo, da una característica importante de la sabiduría: la sabiduría nos saca de la vanalidad, es decir, del vano deseo. Harold Bloom se une a los muchos autores que empiezan a reconocer que nos movemos entre un conocimiento y estética helénicas y una moralidad y religión hebreas.
La sabiduría no puede separarse del deseo, la intuición que incluye, pero va más allá del eros. De este modo, el deseo puede encaminarse a la trascendencia, hasta en los contextos más secularizados.
Finalmente, podemos afirmar que este libro nos da elementos para "seguir construyendo lo humano".
