martes, 15 de marzo de 2011

Juan Carlos cuenta su experiencia en Pampa Cangallo



Esta experiencia me ha servido mucho para crecer como persona, tanto en mi visión de futuro profesional al igual que en la calidad de persona que soy. Esta experiencia me ha llevado a agradecer todo lo que nos regala Dios, en especial, por las personas que he tenido el agrado de conocer en este viaje, ya que de otra forma no los hubiera conocido, cada uno diferente, con puntos de vista distintos, que al final se unieron por una causa común, ayudar a los niños y a los apicultores.

Nunca me imaginé que me encariñaría con los niños, y al final, ellos lo lograron. Ver sus caras sonrientes, los gestos de afecto, y el entusiasmo que ponían por aprender te dejaba el corazón contento.

El hecho de convivir con personas totalmente diferentes, extrañas, de diferentes edades, tanto mayores como menores, ayuda mucho, ya que te tienes que adaptar a ellos, sin perder tu esencia, ellos dejan huellas en ti, como tú en ellos; la amistad nunca se pierde, el que ha encontrado una amigo ha encontrado un tesoro, y yo encontré a siete en este viaje.

El ayudar a los apicultores fue una grata experiencia, el emplear el “gran o poco” conocimiento adquirido para ayudar a otras personas es muy gratificante, al igual que uno valora todo lo que le han dado y se da cuenta lo mucho que le falta.


Juan Carlos Gonzales Reátegui
2007114699

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